Sobre como dejé el glamour en el banco de un andén

Sucedió una mañana común. Como todas las mañanas en las que me despierto arrastrandome fuera de la cama. "Dios, que hora es?" -pensé. "tarde, demasiado tarde". ¿Un café? ¡Olvídalo! ¿Porque no sonó el despertador? Y entonces recuerdo mi mano apagando 20 veces el snooze. Aff, lo hice de nuevo.

Salir en menos de 4 minutos, vestida con lo que encuentre a mano. Delineador de ojos en el ascensor y chequear que no me olvidé las llaves (que tengo en la mano, ok). Ya tengo mi música en los oídos cuando llego a la puerta de calle. Saludo al encargado. No entiendo lo que me dice, algo del fumigador. Creo que NUNCA le abrí la puerta a un fumigador en mi vida. ¿A quien se le ocurre que un sábado a las 9 es un buen horario para matar bichos? En fin, volviendo a esa mañana... salí del edificio como pude, rogando que la media hora de viaje a la oficina me despierte.

Apuré el paso, esquivé toda clase de obstáculos en el camino. Gente, soretes de perro, baldonzas flojas, mas gente, un cartel de "disculpe las molestias..", un poste que algun genio puso en la mitad de la vereda, mas soretes, un paseador con ochenta perros y alguien mas dormido que yo que, caminando en sentido contrario, decide correrse para el mismo lado (dos veces) al intentar esquivarme. "Perdón, pasá." atino a decir, completamente sorda por la música.

Llegar al subte midiendo los escalones para no bajar rodando mientras busco la bendita tarjeta en la cartera. "Mmm aca está!" tres, cuatro escalones mas y luego de esquivar el chorizo de gente comprando pasaje llego al andén. "¡Si! ¡llegué!" -pienso mientras recompongo el personaje de mujer responsable yendo a trabajar. El calor vaporoso hace lo suyo y me saco la campera con muchisimo glam. Ay si, es divina y tiene piel en la capucha. Mis movimientos fueron muy New-York-Girl mientras la musica en mis auriculares se volvía la banda sonora del lugar.

Entonces, una mano en la espalda interrumpe mi gesto de Diva. Me doy vuelta y la mano me alcanza algo hecho un bollo, de color negro.. parecido a un pañuelo. "Se te cayó..." me dice amable. Y con la voz de una estrella de cine respondo "Ay, no es mio". Tomando el bollito me acerco al banco del andén para dejarlo ahi. La mirada de un par de personas me hizo sonreir... "debe ser de alguien, lo dejo aca" (que cochinada) -pienso, y a los dos segundos: Horror! me doy cuenta de que es lo tengo en la mano!! es una media de nylon negra, y es mia!! ¿¿Como diablos llegó a suelo del anden??

Ya estoy jugada con el personaje de diva, no puedo echarme atras! Asi que suelto la media y apretando los labios la dejo en ese banco... me doy vuelta y me subo al subte que llega justo a tiempo para salvarme del bochorno. Entonces, empiezo a recordar... la campera sobre el sillón... donde revoleé las medias antes de irme a dormir, la mañana corriendo y claro... el instante en que me hacía la Greta Garbo sacandome la campera hizo salir volando de la capucha: una media!!

¡Que escena! te imaginás...¿¿y si era un corpiño?? Por dios! Estas cosas solo me pasan a mi. Abandoné una media junto con el glamour en el asiento del andén, pero el personaje quedó intacto, si alguien me dice algo lo negaré a muerte. "debe ser de alguien..." JA!

El dudoso beneficio de aparentar menos edad



"Ay parecés mas chica!" -decían. Y por dentro un insulto en árabe me envenenaba la lengua. "msi, viste.. pero NO.. no soy más chica (la p* que te parió en arabe)".
El temita de la confusión con la edad me generó un tic de la ceja. mmm...
De niña, aprendí rapidamente a no salir sin documento. Era todo un logro pasar las puertas de la matinee. Malditos seguridad... delante mio una procesión de infantes...y a MI me cruzaban un brazo musculoso arruinando el glam de la esmerada entrada. Aff....
Demorada, me quedaba viendo la expresión del monolítico personaje, que pasaba de confirmar mi elusiva edad a intentar descifrar mi nombre. Si, si.. asi me llamo... NO no es mi apellido, es mi nombre.... si si, es raro, viste? Me podés devolver el documento ahora? gracias. Y seguía mi camino repitiendo para mis adentros el poema en arabe que comenzaba a ser una constante.

Pasaron los años, en diferido, pero pasaron... la matineé un día se volvió la noche (?)... y entonces conocí el verdadero rostro de la confusión. Para empezar, lograr ingresar a los boliches de moda era cada vez más tortuoso... en ese momento se habia puesto de moda FALSIFICAR LA CEDULA.. y pagué platos rotos ajenos por cientos... comenzaron a pasar mi documento por la "luz negra", por si acaso. No tengo idea que diablos brillaba pero hacía lo suyo y lograba entrar. Después, claro, de la mirada desconfiada que me regalaban (seguro es trucho, pensaban) y tenía que estrujarme entre la gente para no quedar atrás del grupete que rumbeaba para los adentros del lugar.

Sin darme cuenta, una de esas noches debo haber atravesado algún umbral etario que me dejó del otro lado de la fila... por fin mi imagen parecía legal, oh si! Algo tarde, pero lo recuerdo todavia. En esa epoca justo dejaba de tener interés en frencuentar la noche y pasaba a las salidas con los candidatos que desfilaban al otro lado de la mesa de restó. Ninguno, ninguno, ninguno, ah puede ser, "vos pagas lo tuyo?" emm no. O intentaban hablar de "la facu" o resultaban ser unos degenerados que SE DESILUSIONABAN cuando la charla claramente no tocaba temas como "y vos a que colegio vas?" o "mis viejos esto o aquello" o "porque con mis amiiigas.. bla bla" y en medio del postre se percataban de la diferida edad. "Ay, pensé que eras mas chiquita". En fin. Neeeeext! (no mentira, con ese salí como un año).

Fueron años de rezarle al bendito documento para que no se perdiera en las noches de descoque. Esperando que un buen dia Mr.Universo equilibrara las cosas. Y con la más salomonica justicia, un invierno helado, la frase por fin dió su tan esperado giro. el glorioso momento de la revancha! "Ay, y ella cuantos años mas chica que ustedes es?" siiiiii... hoy ese más chica significa unos dorados 26 o 27... donde todo está en su esplendor y el culo en su sitio. Y lo estoy disfrutando, asquerosamente, estoy sacadole el más alevoso provecho a la hora de pasar del tapaojeras o las ochomil cremas para no arrugarse (si, otro argumento a favor de gastar en taxis). Cada tanto pruebo una, como para ver que pasa... un taxi menos, eso pasa.

Y me regodeo en una muy merecida sonrisa con el "ay no parecés!"... si, venganza. Se la dedico a todos los bolas tristes que me apartaron de la manada, me pidieron el documento y no me dejaron entrar por habermelo olvidado. Que tal les fue con el cambio de anabólicos por viagra? perdon, es que les odio... lo se. Mejor me voy a comprar una cremita... por las dudas.

El coleccionista al pedo y sus derivados



A ver... siendo sinceros... ¿Quién no ha caido en la adicción por guardar sistemáticamente algun OBJETO AL PEDO? El que diga que no, que muestre lo que guarda en ese cajón de la cocina que un buen dia se atragantó de tanta porquería. Todos llevamos dentro un coleccionista frustrado que intenta desesperadamente salir a la calle en pantuflas y gritando "siiiiiiiiii adoro guardar los fósforos usados!!!!"

En toda limpieza de ropero encontramos, por ejemplo, toneladas de bolsas de papel de esas que te dan cuando comprás ropa, zapatos, objetos grandes (estas cotizan!)... prolijamente dobladas, insertadas unas dentro de otras... en un patético tetris dentro de una gran BOLSA MADRE cuidadosamente seleccionada para tal fin.
Igual te entiendo, las guardamos POR LAS DUDAS se lleguen a necesitar para llevar ALGO a ALGUNA PARTE(?)- El flaco que inventó los bolsos se retuerce en su tumba.
¡Ni aún cuando se pusieron de moda las CARTERAS GIGANTES dejamos de guardarlas! Eso sí, cada tanto las tiramos TODAS, sin antes meditar muy bien al respecto...  para al poco tiempo, tentadas por una bonita bolsa con interiores de estampado, comenzar de nuevo a coleccionarlas. JA!

Pero ojo, no todo es burdo en el mundo de estas mañas... hay quienes ocultan un perfil con delicado gusto por los objetos brillantes. Supongamos que se termina el frasco de una mermelada importada... uno pensaría que va directo al tacho... Pero no!
El coleccionista al pedo lo manda derecho a la pileta de la cocina a darse un cuidadoso baño de esponja (con agua tibia para sacarle la etiqueta) y quedar reluciente (tapa y todo) para ser guardado en el fondo de la alacena mas alta junto con otros ochocientos frascos, potes y frasquitos que corrieron la misma suerte.
Todos de diferente altura y forma (los facetados son los más adictivos) juntos en una inmortal procesión de telas de araña. Esperan, pacientemente... ¿¿que se vuelvan a poner de moda las conservas caseras?? Claramente, es una costumbre de epocas ancestrales, de ANTES que se inventara el TAPPER, heredada de generaciones y generaciones de abuelas, madres, vecinas, amigas de las abuelas de las tías, todas ellas coleccionistas al pedo de gloriosos frascos de vidrio... VACIOS!

Otros, los más disimulados, esconden compulsivamente BOLSITAS DEL SUPER.
Y en ésta caen MUCHOS hombres que conozco (si, vos!). En las puertitas de la cocina, cerca del tacho, claro... una MEGA bolsa de Coto con millones de bolsitas compactadas a presión (he visto un caso extremo de bolsitas dobladas en triangulos!!) amenazando todas con un día explotar y ser confeti. Seamos sinceros, es un berreta intento de ahorrar plata mezclado con el más falso sentimiento ecológico de reciclado. Hasta he caido, en la triste técnica, de usar casi una bolsa por cosa en la caja del súper -todo bajo la mirada de odio de la cajera- para tener MAS bolsitas al llegar a casa. Claramente ese día no me dió la cara para agarrar el cacho de bolsas sin usar y llevarlas de "souvenir". ejem... el que no se hace cargo de esa es otro berreta!

Pero quedense tranquilos, todo dinosaurio es alcanzado al fin por su meteorito. Estamos entrando en la era del TOUCH y la RéSocial... poco a poco iremos vaciando roperos, cajones y alacenas. Ahora, en vez de frascos y bolsitas... guardamos kilómetros y kilometros en una lista de FAVORITOS AL PEDO en los navegadores de la interné! Faaaaaa... que eBOLÚcionados!

Las aventuras de la Srita.Bien y sus amigas



Solterísimas todas, la Srita.Bien y sus amigas, deciden salir de rotation. ¿A dónde? Entrecerrando los ojos viajaron algunos años atrás y recordaron un bar con onda que solían frecuentar cuando las chicas sabían estar en la pomada. Rimel-botas-pañuelo y jeans fueron suficiente y, taxi de por medio (guiño), entraron irradiando actitud al lugar. uaaaaau!

Tres pasos adentro y ya se percibía que la vida nocturna del reducto no era la misma. La Srita.L observó indignada: "Antes solíamos producirnos por horas para venir acá ¡¿Que pasó?!" y su incisiva mirada de coté descubrió, en pantalones cortos, al especímen de tipo Gulliver, con su buzo al nudo (doble!) en la cintura, que se acercaba peligrosamente dejando atrás lo poco que le quedaba de recato. (che, disimuladamente vámonos más allá....mmm).

Una de dos, o las drogas duras han tenido un devastador efecto sobre el sentido de la moda o ahora, con la excusa de que son todos extranjeros, se curte la onda me hago el raro total, si mando algún acento, la safo. Había de todo: un imitador de mini-me con lustrosa bocha que arañaba el metro diez y no le quedaba NINGÚN botón por abrocharse, otro que acababa de ver el especial de Prince y no tuvo mejor idea que sacar a pasear un extraño jopo con jabón y chaleco de jean ajustado(!?) y, para el deleite de todos, un personaje de patillas afeitadas que encontraba un delicioso placer en exponer el ROLLO de su pobre víctima mientras se mataban contra una columna. ¡Que nivel!

La noche está perdida... -pensó la Srita.Bien.Y fue entonces, cuando la charla dió un inesperado y terrible giro. La maldad, tan femenina, comenzó a destilar el peor veneno llevándolas de risas a lagrimones sin escalas ni retorno.
La Srita.A, con su afilado sentido de la mímica, pudo detectar el viejo "baile del oso hormiguero" (gran película) ejecutado, con revoleo de brazos y todo, por una pareja que luego se sumó al par de la columna para competir por el Mandíbula de Goma de la noche. Mientras tanto, las amigas mantenían el sync del bouncing chill out para no caerse de los tacos y la fauna del lugar se incrementó considerablemente.

Lo que siguió a continuación fue digno del mejor video casero amateur. El chico Prince estaba fuera de sí, el piso se iluminaba bajo sus pies y TODOS pensaron en Travolta. El fantasma de las citas pasadas se hizo presente deambulando a metro y medio del centro de la acción... la Srita.Bien, entre lagrimones, se escondía desesperada detrás de una botellita de cerveza. Rajemos! dijo oportuna la Srita.M, y cual desfile deshilachado, las cuatro se esfumaron del lugar.

De vuelta en casa, la Srita.Bien se bajó de las botas, colgó el pañuelo en el placard y, mirándose al espejo, se rió de si misma a carcajadas. Con que velocidad se puede pasar de la pomada a estar hecha pomada en una misma noche! Se arrojó agotada en la cama y juró nunca más volver (con esas botas al menos!).

El despiadado mundo del Shampoo



GRAN categoría GRAN la de la locura femenina por los potiches para el pelo.
Creo que en ningún otro escalafón de las góndolas de supermercado existen tantas variantes para LO MISMO. En mi caso, siendo que presento una crónica dependencia a la planchita, soy vitalicia del grupete de fervientes adoratrices del Shampoo.
Con los años descubrí toda clase de marcas y perfumes. La textura sedosa de un "miel con aceite de almendras", el exótico perfume del "papaya y frutos cítricos", y mi absoluto gran amor: el delicado "gardenias y flores blancas".
Confieso que le rindo devoto culto (y gran parte de mi billetera) a todos estos maravillosos mundos con tapita. ¡Mi vida estaba completa! Que felíz que era. mmmsi, ERA.

Con la crísis de los 30 en pleno apogeo comencé a pedirle más a esta relación (ejem, paralelismos?). Ya no me alcanza con oler el perfume para elegir mi shampoo, ni te compro la fotito del frente del envase... ahora le presto más atención al subtexto del producto que intenta venderse como el más bonito. Sisi... capáz que te creo! -les digo cuando los veo.
Se ve que somos varias las mujeres con la crisis encima, porque ésta mirada desconfiada tuvo un inesperado efecto en el mundillo del GARKETING. En seguida se dieron cuenta que perdían adeptas y planearon la mas siniestra estrategia:

¡HAY QUE ATACAR LA AUTOESTIMA!

Comenzaron silenciosamente con productos mínimos como el jabón, insertando temas como: para piel extremadamente seca. Y, como el jabón para manos es algo que uno compraba sin prestar demasiada atención, el plan fue perfecto, plantaron una duda que parecia inofensiva: "ay che, es verdad, el detergente me hace pelota las manos, me compro éste" (más de una habrá notado que los detergentes luego contraatacaron y ahora son para manos mas suaves. JA!).

Con el tiempo, luego de pruebas con laxantes y toallitas de incontinencia leve(!!), llegaron a mis amores con tapita... y el idilio de flores y texturas mostró su peor cara.
Pasamos del simple cabello seco-normal-o-graso a una intrincada conjetura acerca de la salud del pelo y su implacable deterioro. ¿¡Que diablos!? Ahora me quedo mirando desconcertada las nuevas etiquetas, intentando encontrar una para mí, pero todas hablan de cosas terribles: "cabellos dañados y decolorados" o "restauración profunda para cabellos SIN VIDA"... pero nada me podría haber preparado para el más macabro villano: el "tratamiento CONTROL CAÍDA". WTF????
Y solté el pote con horror. Me niego rotundamente a tener ESO en mi baño. ¿Te imaginás? Viene "alguien" y se ducha en casa y lee ESE shampoo!!! Adiós al glamour y las gardenias, ahora la flaca SE ESTA QUEDANDO PELADA! Así no señores... ASI, NO!!

Refunfuñando agarré el chango y me fuí indignada de la góndola de mis amores. Con el ánimo por el suelo, me arrojé en los brazos del tierno perfume de los recuerdos de la infancia: el dorado NO MÁS LAGRIMAS. Y si, es que con esto de los 30 volví a foja cero, me dí cuenta que tengo que aprender a volver a elegir, y como (todavia) no me da el cuero para enfrentar otros temas, estoy empezando por el despiadado mundo del Shampoo.

Taxi!



Lo acepto, si señor, soy una consumidora compulsiva de taxis. No soy de esas personas que reniegan de sus vicios, yo los abrazo con enfermizo cariño... mis monstruitos lindos, vengan con mamá! Ahora que me volví solterita y palermitana le doy rienda suelta con el peor descaro. Eso sí, me justifico antes de subirme, y me persigno con un "Si con el CÁTERIN no gasto en almuerzos, PUEDO viajar ida y vuelta al laburo y gasto lo mismo.. mmmmsi, lo misssmo". TAC-SIIII!

En verano, intenté hacer 4 cuadras y media hasta el 118 y juro que al llegar a la parada me subí a uno sólo para resucitar con el AC. Me sentí la peor tontis-recoletoide... pero no pude evitarlo! y mientras le daba indicaciones al buen hombre me volví a persignar con un "Pero HOY hace como mil grados y me estaba saliendo una ampolla(?), mañana pruebo de nuevo, sisi"... pff-.
En invierno... no me digan que eso de la parada es un REFUGIO! No hay nada peor que esperar el 93 en la vereda frente al hospital donde NO DA EL SOL JAMÁS. El viento ahí es como una penitencia por haber sido muy perra con alguien alguna vez. O, seguramente, por no comprarle la estampita al nene del subte (que ahora debe estar calentito mientras yo me congelo!). Me lo merezco, lo sé, mala mala mala.

Lo peor de todo, claro está, es que este vicio tiene un lado chancho... y en mi caso es que soy una experta catadora de los olores a humanidad de los taxis. Algunos son TAN intensos que directamente dejo de respirar y paso a inhalar "cortitos" a ver si con esa cantidad de aire alcanza para no morirme. Otros, abusan de los meses sin lavar el tapizado y tengo miedo que se me ulcere la pierna... y me estiiiiro para que la mini llegue al borde del asiento y no me toque ESO que vive ahi y me está empezando a poner ROJA la piel. Pero el premio "Oso sin bañarse de Mar del Plata" es para los que JUSTO antes que te subas se tiran uno e intentan (imagino claro) darle unos sopapos al pinito del espejo para tapar el olor. Ay dios, esos días me vuelvo creyente y juro que rezo.

Asi que ya saben, si cuando sacan plata del cajero hacen la cuenta para que te tire dos de 20p. Están dentro del grupo de autoayuda de adictos en vías de recuperación-negacion-absoluta de consumidores compulsivos de taxis y (si sos mooi taap) REMÍS!